Cuando se mira al espejo, Kristen Stewart puede renegar de su papel de Isabelle Swan, que la ha estereotipado como un objeto de consumo para un público adolescente, el cual le ha dado fama y generosos ingresos, al grado de ser la actriz mejor pagada de Hollywood, pero le ha escatimado reconocimiento a su trabajo histriónico.
Con una imagen que conserva rasgos infantiles, la prensa que le lleva el día a día olvida citar que ha participado en casi 30 filmes, no siempre en las zapatillas de una ingenua princesa.
“Creo que se ha tratado injustamente a Kristen Stewart, pues sus mejores películas son las menos difundidas. Ella está lejos de ser sólo un rostro bello de Hollywood”, señala el cronista de cine Mario Székely.
Como ejemplo, menciona, está su trabajo en “La habitación del pánico” interpretando a la hija diabética de una madre divorciada (Jodie Foster), donde ya dio muestras de ser “una actriz de carácter” con tan sólo 12 años. Consistencia que mantuvo luego en “Into the wild” (Hacia rutas salvajes), “On the Road” (En el Camino) y “The runaways”, donde interpretó a la rockera Joan Jett.
A propósito, la publicación The Metro Times escribió: “Aquí Stewart es una estrella de rock genuina”. Corría 2009.
Algo de cierto habrá en ello porque un año después, en 2010, Kristen ganó el premio BAFTA, considerado el “Oscar” británico, en la categoría de Estrella Emergente.
Sin embargo, su personaje de “Bella” Swan en la saga de “Crepúsculo” junto a su noviazgo con su pareja de filme, Robert Pattinson, han opacado su talento para destacar en la pantalla.
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